Las empresas familiares son aquellas en las que los miembros de una familia tienen el control legal sobre la propiedad, siendo parte de la dirección y tomando las decisiones más importantes.
En España el 90% de las compañías son empresas familiares, lo que supone más de 1,1 millones. La vida media de las mismas está en 33 años, por ello se dice que la primera generación se encarga de crear la empresa, la segunda la agranda y con la tercera desaparece. Pero esto no siempre es así, ya que algunas de ellas consiguen de forma exitosa superar estos obstáculos y triunfar. Pero, ¿cuál es la clave?
Según el Barómetro Europeo de la Empresa Familiar, realizado por KPMG y el Instituto de la Empresa Familiar, los problemas más habituales de las empresas familiares son los siguientes:
1.- Impuestos elevados
Según el 78% de las empresas familiares españolas, y para el 40% de las europeas, la mejora regulatoría que se debería aprobar con más urgencia es la bajada de impuestos para este tipo de compañías. Ya que según se establece en el estudio, hacer frente a tantos pagos disminuye la posibilidades de crecimiento de las empresas.
2.- Legislación laboral
El 57% y el 39% de las empresas familiares y europeas solicitan una simplificación en la legislación laboral, para que de este modo sea más sencilla y flexible.
3.- Tiempos en la burocracia
De la misma forma, las empresas familiares reclaman también una simplificación de la burocracia. Según estas se pierde mucho tiempo y dinero para presentar el papeleo exigido por las administraciones públicas.
4.- Normativa fiscal complicada
Las empresas familiares europeas reclaman más que las españolas una normativa fiscal más simple. Concretamente el 52% de las empresas europeas y el 34% de las españolas colocan la falta de simplicidad en la normativa fiscal como uno de los grandes problemas para estas compañías.
5.- Acuerdos de concesiones fiscales
Para el 45% de las empresas familiares europeas y el 30% de las españolas los acuerdos de concesiones fiscales para transmisiones entre generaciones también deberían facilitarse.
Por otra parte, en el 2017 el 80% de las empresas familiares se mostraba optimista ante la evolución de su negocio en los próximos 12 meses. Esta confianza en una evolución positiva, que alcanzaba sus máximos de los últimos cinco años, se sustenta en los buenos resultados de facturación y empleo, así como en la internacionalización.
Las empresas familiares continúan un año más priorizando la mejora de la rentabilidad (70%), el incremento de la facturación (52%) y la innovación (34%). Además, aspectos como la atracción del talento (28%), el adelanto de la salida a nuevos mercados (26%) han sido algunas de las prioridades que más han crecido en importancia para los empresarios familiares españoles.
La competencia es el gran desafío
Aunque exista un optimismo mayor, las empresas familiares de se enfrentan a un entorno con grandes retos para ellas. Un 51% de las empresas familiares señala la creciente competencia como el principal desafío al que se enfrentan en la actualidad. La necesidad de contar con profesionales cualificados, indicado por un 40%, y la disminución de la rentabilidad, señalada por un 32%, le siguen como las principales trabas observadas por las empresas familiares españolas.